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A 524 años del “encuentro de dos mundos”, esta fecha la reivindicamos como un día más de lucha de los que vivimos en la pobreza y la miseria

Jueves 13 de octubre de 2016, por Veracruz

Sierra de Zongolica y sus Valles, a 12 de octubre de 2016.

A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

A LAS ORGANIZACIONES POPULARES

A LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO DE ESTADO

A NUESTRO PUEBLO

A 524 años del “encuentro de dos mundos”, esta fecha la reivindicamos como un día más de lucha de los que vivimos en la pobreza y la miseria; 524 años de resistencia contra los opresores en sus diferentes etapas de la historia del país; 524 años de lucha ininterrumpida contra el hambre, la marginación, la pobreza, la opresión política y el olvido; 524 años de resistencia y dignidad.

Ayer era la violencia de los colonizadores para expoliar a los pueblos originarios, hoy padecemos la violencia de una minoría que detenta el poder con el mismo objetivo, explotar y oprimir al pueblo. Para quienes vivimos en carne propia las consecuencias de ella, la realidad resulta inocultable por la magnitud de la violencia institucional cifrada en cientos de miles de víctimas.

Día a día se confirma una verdad inocultable, la violencia emana del Estado, como instrumento de dominación de clase, sus instituciones y representantes sólo procuran los intereses de un puñado de multimillonarios que no tienen límite en sus objetivos de lucro, tampoco escrúpulos en la explotación de millones de mexicanos que nos condenan a vivir en la miseria; mucho menos freno moral en la depredación de la naturaleza cuando procura sólo sus intereses.

La violencia institucional toma forma en los cientos de miles de desapariciones forzadas, de ejecuciones extrajudiciales, en los presos políticos, en los miles de encarcelados injustamente con penas absurdas y en más de un millón de desplazados de manera forzada por la violencia.

Falso que la gente “desaparezca”, es detenida desaparecida por los cuerpos policíaco militares o por los grupos paramilitares que actúan con la aquiescencia del Estado mexicano; mienten los defensores del gobierno antipopular que la delincuencia sea quien asesina a los ciudadanos, los supuestos homicidios en realidad son ejecuciones extrajudiciales; justicia para el pobre no existe, la ley es hecha y modificada cuantas veces sea necesario para garantizar los privilegios e intereses de unos cuantos que no pasan del 10 por ciento de la población; y, no es por voluntad que se abandona el lugar de origen y las pocas pertenencias, es violencia institucional, el despojo legalizado y la acción criminal de los grupos paramilitares al servicio de empresas transnacionales y la aquiescencia del Estado, quienes obligan al desplazamiento forzado.

En Veracruz las fosas clandestinas emergen por toda la geografía estatal, confirmándose el cometido de dos crímenes de lesa humanidad, el de la desaparición forzada y la ejecución extrajudicial; las ejecuciones extrajudiciales y la desaparición forzada de personas no para, periodistas, estudiantes, trabajadores, profesores, pequeños propietarios, luchadores sociales, defensores de derechos humanos, activistas ambientalistas y jóvenes de las colonias populares son los víctimas que a diario incrementan las cifras del terror de Estado.

Los responsables no es la delincuencia organizada como sostienen representantes del gobierno represivo, éste es el único responsable de la violencia que vive el pueblo ya sea por comisión u omisión. Pero un hecho es inocultable, los cuerpos policíacos están involucrados directamente en la violencia contra el pueblo, éstos extorsionan, detienen-desaparecen, torturan, ejecutan extrajudicialmente, remiten a la cárcel sin mayor pudor a todo aquel que cae en sus manos.

En Guerrero la violencia contra el pueblo no para, al igual que en otros estados, a la larga lista de las víctimas se agregan el asesinato de dos normalistas de Ayotzinapa, crimen que se trata de disfrazar responsabilizando a la delincuencia organizada, resulta ser el mismo argumento que se utiliza en Veracruz, en Chiapas, en Michoacán, en sí en todo el país, sin embargo, éste resulta insostenible e imposible ocultar la mano del Estado.

Lo mismo sucede en la agresión policíaca al movimiento estudiantil en Michoacán, contra normalistas que exigen el derecho al trabajo y a la educación; la agresión porril-policíaca contra el movimiento de rechazados de la Universidad Michoacana donde la mano represiva del gobierno de Silvano Aureoles muestra su rostro antipopular para cancelar el derecho a la educación y al trabajo.

Si la realidad confirma que la violencia emana del Estado y sus instituciones para la defensa de intereses minoritarios, los que la padecemos tenemos una gran tarea, organizarnos y luchar con formas de lucha adecuadas en la defensa de los intereses colectivos, los intereses del pueblo trabajador del cual somos parte.

Nada que festejar en este día, para los marginados es un día más de lucha combativa.

¡POR CADA DETENIDO DESAPARECIDO, INDIGNACIÓN Y UNA RAZÓN PARA LUCHAR!

¡A organizar la lucha contra el terrorismo de Estado!

¡Ni una lucha aislada más!

¡Por la unidad obrera, campesina y popular!

¡A impulsar la lucha por el socialismo!

FRATERNAL Y COMBATIVAMENTE

FRENTE NACIONAL DE LUCHA POR EL SOCIALISMO

FNLS

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