LA VIOLENCIA EN EL ESTADO DE CHIAPAS

LETRA SINDICAL
Septiembre de 2024

LA VIOLENCIA EN EL ESTADO DE CHIAPAS

El contexto de violencia que se manifiesta en Chiapas tiene origen de clase y es responsabilidad ineludible del Estado.

Las desapariciones forzadas, desplazamientos y prácticas de terrorismo de Estado son el pan de cada día de quienes habitan o transitan en las comunidades y municipios de nuestro estado.

La realidad se intenta ocultar con el silencio y la omisión desde el Ejecutivo federal y estatal, ante las exigencias de justicia y verdad que los cientos de familias evocan en cada grito de presentación con vida de todos los detenidos desaparecidos.

Incontables denuncias dan muestra de la inseguridad e incertidumbre que padece el estado de Chiapas en cada una de sus regiones, hay testimonios que desenmascaran la continuidad de las prácticas de terrorismo de Estado contra los trabajadores del campo y la ciudad.

El pueblo sigue poniendo los muertos mientras que los grupos empresariales en complacencia del gobierno se frotan las manos para magnificar sus riquezas con el despojo, la expoliación de recursos naturales y el libre tránsito de mercancías licitas o ilícitas según el caso.

Aunque se intente manipular la verdad y minimizar el fenómeno desde las estructuras de gobierno, el grito desesperado del pueblo que clama justicia no cesa, se reconoce la existencia de un gobierno cómplice e indolente al sufrimiento del pueblo.

Los discursos oficiales de los tres niveles de gobierno se desdibujan con las notas periodistas diarias, discursos que más allá de soluciones y alternativas, resulta una completa burla a este flagelo que vive el pueblo.

El empleo de las fuerzas castrenses como “medida de contención” en las regiones donde impera la violencia no es más que un simulacro de aplicación del Estado de derecho burgués, puesto que no resuelve en esencia el problema, por el contrario, se agudiza la violación de los derechos humanos contra el pueblo.

Se confirma lo que hemos planteado con anterioridad, entre mayor número de corporaciones policiacas y militares, los crímenes de Estado y las violaciones de derechos humanos aumentan, por lo tanto, la desconfianza de las comunidades en estas regiones es justificable, el militarismo está dirigido para mantener el control de la población a través del terror y la violencia de clase.

Son inocultables las consecuencias que este fenómeno ha generado en el pueblo, el incremento de la descomposición del tejido social y la degradación humana; a través de sujetos desclasados se infunde el terror entre la población, para que esa minoría que detenta el poder económico imponga sus intereses con la falsa idea de progreso, la alternativa del gobierno es que no “colaboren” con estos grupos delincuenciales, como si el pueblo tuviera la opción de decidir en esas condiciones su presente.

El control y dominio de estos grupos paramilitares que se cobijan bajo el manto de cárteles tiene la venia del Estado, porque no obtiene una respuesta a la altura del delito, en cambio, en las movilizaciones de organizaciones populares o del sector magisterial mientras se ejerce el derecho a la lucha y protesta, hay grandes operativos policiaco-militares para tener en resguardo los intereses de la misma cúpula empresarial y burocrática.

Se insta a que se aplique todo el peso de la ley, como muestra los presos políticos de esta junta administrativa, las decenas de ejecuciones extrajudiciales contra defensores de la tierra, la educación, el agua, los ambientalistas y a los luchadores por el socialismo.

La violencia no tiene carácter de género, hombres y mujeres padecen las mismas condiciones de terror, es el pueblo quien está sujeto a dichas condiciones de opresión y explotación, por lo que corresponde al mismo pueblo organizarse y luchar por librarse de esas
cadenas.

Construir condiciones fundamentales de unidad para fortalecer la lucha contra los que intentan arrebatar los derechos fundamentales, como la libertad y solidaridad.

La historia está llena de muestras ejemplares muestras de combatividad y victorias en la lucha por construir un mundo mejor, son momentos cruciales donde el pueblo puede salvar al pueblo, solo hace falta la voluntad de combatir políticamente, organizarnos y de manera combativa defender los intereses de los trabajadores.

¡Por una educación científica, gratuita, laica y popular!
Colectivo Magisterial Democrático Independiente
Septiembre 2024