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CRONICA POLÍTICA. En una tierra lacerada por cientos de crímenes de lesa humanidad nos mantendremos en la ruta de no desistir HASTA ENCONTRARLOS

Viernes 17 de marzo de 2017, por Veracruz

CRONICA POLÍTICA. En una tierra lacerada por cientos de crímenes de lesa humanidad nos mantendremos en la ruta de no desistir HASTA ENCONTRARLOS

El día 16 de marzo las actividades de la jornada inician desde temprana hora para asistir a la entrevista que facilitaría el periodista Fernando Inés Carmona en la radiodifusora “La picosa” de la ciudad de Orizaba; la cita es a las 8:00 horas, por lo que requiere que se tomen las precauciones necesarias en cuanto al tiempo, debido a que el clima en estos últimos días tuvo un cambio inesperado que convirtió las mañanas soleadas por una menuda lluvia conocida como agua lluvia, con lo que aumenta los tiempos de traslado.

En poco más de 5 minutos que dura la entrevista, se informa a la audiencia de esta estación de radio la razón de nuestra jornada, la necesidad de organizarse y luchar contra el terrorismo de Estado, que es imperioso que reconozcamos en cada víctima de la desaparición forzada y la ejecución extrajudicial a un hermano de clase; la versión oficial cataloga a cada una de las víctimas como delincuentes, pero la tarea es observar con ojo crítico la esencia del fenómeno.

Quienes asumen la realización de esta actividad son los compañeros que fueron víctimas de intento de ejecución extrajudicial en la Ciudad de México el 7 de noviembre de 2016, por ser ellos quien mejor pueden testificar la forma en cómo el Estado mexicano intenta cercenar la voluntad de lucha con el cometido de crímenes de lesa humanidad y de Estado.

Sobre sus cuerpos se descargaron balas asesinas del Estado, para intentar privarles de la vida porque ellos forman parte de las distintas actividades de denuncia para desenmascarar al ejército, la marina, policía federal, estatal y municipal; por brindar solidaridad a los familiares de todos los detenidos desaparecidos y de manera particular con las familias de los luchadores sociales Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, reconocidos por sus compañeros como revolucionarios y comunistas.

A estos luchadores sociales el Estado mexicano los detiene y desaparece de manera forzada por su militancia en la lucha armada revolucionaria, por sus convicciones ideológicas y políticas. Esta es la razón las que a casi cumplirse una década de que los mantienen en esta condición inhumana y a pesar de haber recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos como la 7/2009 y resoluciones jurídicas como la 33/2014, el Estado se resiste a presentarlos con vida.

La llovizna no cede, se siente un frio gélido que baja desde la colina del Pico de Orizaba, sin embargo, no es razón para desistir de la siguiente actividad, realizar un volanteo carretero en las inmediaciones de la localidad de Rafael Delgado sobre la carretera Orizaba-Zongolica.

Colocamos mantas, se distribuyeron las comisiones y dimos inicio, como toda actividad al principio existe el nerviosismo ante la incertidumbre de cuál será la respuesta de la población, pero este sentimiento paulatinamente se transformó en confianza por la solidaridad que brindaron los vecinos, quienes curiosos al escuchar nuestra voz a través del megáfono, salieron a la puerta para cerciorarse.

“Pueden colocar aquí su manta”, nos ofrece una señora que atendía en una tienda. La mayoría de los autonomistas regalan unos segundos de su tiempo para escuchar al compañero que le da la información y el volante, después, sin que sea la solicitud expresa, busca entre sus pertenencias, unas monedas en solidaridad para “que le echen ganas”, sentencian.

Son muchas las formas en que el pueblo brinda la solidaridad ante estas justas demandas de presentación con vida, algunas veces se usa el claxon del automotor, otras con el dedo pulgar de una mano que señala a cada uno de nosotros, unas más simplemente la palma que se balancea de un lado para otro, pero todas sin duda, son la expresión de un pueblo que sabe de qué estamos hablando.

La llovizna arrecia su intensidad y el tiempo que programamos casi se cumple, cuando de una casa una mujer sale con una olla humeante, cuya guía de vapor deja a su paso un olor que es inconfundible, al unísono afirmamos, es café. Se traslada a una tienda y regresa con unos paquetes de galletas, ninguno de nosotros se imaginaba el siguiente paso, cuando se detiene frente a nosotros y nos dice, “ahorita que acaben pasan a tomarse un vasito de café”.

La solidaridad del pueblo es vasta y se expresa de distintas maneras. A pesar de lo profundo que pueden resultar las heridas que causa el terrorismo de Estado, no ha podido mermar el profundo amor que existe en el pueblo hacia sus hermanos de clase.

Con el frío sobre nuestros cuerpos y el aguanieve mojándonos, nos trasladamos al centro de Orizaba donde se presentó el libro Intento de ejecución extrajudicial. FNLS, víctima del terrorismo de Estado en el edificio Conejo.

Presentado por los compañeros que fueron objeto de este atentado aquella mañana del 7 de noviembre de 2016, el libro detalla la forma en cómo los compañeros vivieron este acontecimiento represivo, pero, sobre todo, ilustra la forma en cómo se le puede hacer frente a la represión cuando se está organizado y se desarrolla práctica política en una colectividad dentro del movimiento popular.

No es sólo una compilación de materiales periodísticos y de denuncia que emitimos, nos explican, es una propuesta metodológica de cómo puede actuar cualquier luchador social o esfuerzo organizativo cuando es alcanzado por la política represiva del Estado mexicano. Es también la prueba irrefutable que la represión no es infalible cuando se le antepone la organización popular y la claridad política.

Los comentarios fueron de reconocimiento hacia la labor que en particular nuestros compañeros aún desarrollan y en general a la que desarrolla todo el FNLS; los exhortos son a que este tipo de materiales se conozcan ampliamente por el pueblo, a que se difundan masivamente.

La asistencia no es muy buena, parece que al final la lluvia y el frio hizo mella en la decisión no algunos, pero lo que está claro es una cosa, caminamos infaliblemente por la ruta correcta, de desenmascarar al único responsable de este baño de sangre, al Estado mexicano.

En una tierra lacerada por cientos de crímenes de lesa humanidad y de Estado, nos encantamos en la antesala de dar conclusión a una siguiente etapa de esta jornada nacional de lucha, y nos damos cuenta que aún queda mucho por hacer, muchas víctimas presas del temor a denunciar, pero sabemos que el silencio no es una opción, así que nos mantendremos en la ruta de no desistir HASTA ENCONTRARLOS.

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