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El pueblo organizado, con firmeza y dignidad hondea en lo alto la bandera de justicia, verdad, libertad, presentación y el derecho a la protesta

Domingo 18 de septiembre de 2022, por Ciudad de México

Ciudad de México, a 18 de septiembre de 2022
A la opinión pública:

14 de septiembre. Primeras horas. Camiones y camiones pasaron sobre la avenida Pino Suárez despertando a más de uno en nuestro plantón, las horas no importaron para comenzar las labores para remover el asfalto frente a Palacio Nacional, debía estar como nuevo la noche del 15 para el Grito de Independencia y el desfile militar.

Se instala el emballado metálico en la avenida, frente a nosotros se erigió el muro de la intolerancia, de la criminalización de la protesta popular y la exigencia de presentación con vida de las víctimas de la desaparición forzada. Noches antes, la lluvia no permitió conciliar el sueño con tranquilidad, nos mantuvo alertas, menos aun cuando el histórico autor de los crímenes de lesa humanidad se preparaba para abarrotar el Zócalo capitalino con su poderío militar.

Los preparativos de la conmemoración de la Guerra de Independencia comenzaban, sobre todo, el desfile militar para imponerse con la presencia a la Guardia Nacional, creación que fortalece el Estado policíaco militar en las calles del país. Las vallas asegurarían su paso por las calles, el control para el acceso al Zócalo colocaba íntegro un festejo burgués para los hombres del régimen, se congratulaban de su poderío militar para el pueblo significa opresión.

Demostraban desconfianza en el pueblo y revictimizaban la exigencia de justicia y verdad ante los crímenes de Estado y de lesa humanidad perpetrada por la institución castrense que haría gala de su poderío miliar el 16 de septiembre. Las fuerzas castrenses no son pueblo, están distanciadas de ella.

Las primeras vallas que se extendieron a lo largo de la avenida Pino Suárez en el marco del desfile, se mantienen permanentes desde hace más de tres años para que el pueblo proteste en las puertas de Palacio Nacional.

Esos días estaríamos rodeados de vallas metálicas, con dificultad para salir a resolver necesidades propias del plantón y desarrollar nuestra tarea política de difusión, pero conscientes de mantener en lo alto la exigencia de presentación con vida de los detenidos desaparecidos, nos mantuvimos con firmeza.

A estas actividades previas, Gobierno de la Ciudad de México y Secretaría de Gobernación se acercaron, con la urgente necesidad de platicar, arguyeron que siempre tienen disposición para atender al pueblo, por tanto, en punto de las 9:00 de la mañana del 13 del corriente nos atendían sin demora para escuchar nuestras exigencias. En esta mesa estuvieron funcionarios de la Suprema Corte para informar y asegurar que la notificación del fallo se dará entre el 21 y 23 del mes.

Simulación, es como se lee el acercamiento de estas instancias e instituciones. La platica que se realizó con los funcionarios no tuvo otra intención mas que buscar la forma de desactivar nuestro plantón y que descolgáramos las lonas con los rostros de las víctimas, la de Gabriel, Edmundo, Fidencio, Daniela y Virginia, Carlos Rene…y la de nuestros compañeros Héctor, Ramiro, Humberto, Efraín…la del preso político Higinio Bustos Navarro, esa fue la “sugerencia” oficial a través del Gobierno de la Ciudad de México.

Procedimos a reforzar nuestras lonas que sobresalen en las puertas de la Suprema Corte. Sobrevolarán helicópteros, porque no mejor se mueven del lugar temporalmente… el otro punto es el desfile… para evitar cualquier confrontación durante el desfile. Les comentamos, nuestro plantón está en función de la exigencia de justicia, nuestra práctica no es catártica, caótica, quienes estamos en protesta no actuamos sin razón.

De frente mantenemos a lo largo de los años la lucha por la justicia y la presentación con vida de los desaparecidos de manera forzada, frente es como hemos sorteado la represión masiva y selectiva, por lo que no existe motivo que justifique enrollar las lonas de las víctimas de tan deleznable crimen, los rostros de Gabriel, Edmundo y de nuestro compañero Fidencio debían permanecer firmes en el espacio que les corresponde.

Sus rostros curtidos por la experiencia de los años de lucha en la transformación de las condiciones de vida del pueblo, reflejan serenidad y firmeza ideológica; no es difícil imaginar su actitud en el potro de la tortura; sólo los hombres con convicciones ideológicas firmes y con un profundo amor al pueblo saben sortear la violencia atroz con la que se busca aniquilar su ejemplo de lucha; sobre todo saben transformar esa violencia en mayor convicción y en ejemplo para las nuevas generaciones de luchadores por el socialismo entre los explotados y oprimidos.

La lucha de clases que en estos momentos se torna velada mayormente pero también franca y abierta, pone a cada uno en el lugar en el que debe librar combate por la dignificación del hombre como ser genérico.

Este 15 de septiembre, el gobierno mexicano reveló una política gubernamental, circo para el pueblo, pero sin pan, una expresión de la política gubernamental hacia el pueblo. El discurso demagógico esconde las condiciones de vida de los trabajadores ante le crisis económica, la violencia institucional deja nuevas víctimas.
Hacia el Zócalo, miles y miles de personas ingresaron, esperaron particularmente el discurso presidencial. Un equipo de sonido que no funciono en el momento indicado, un discurso que no alcanzó a escucharse y lo que se pronunció emotivo desde el balcón presidencial antes del repique de campana no coincide con las exigencias populares.

Las vivas del Ejecutivo federal están vacías, es discursiva, es demagógica. ¡Viva la libertad, la igualdad, la justicia, la democracia, la paz¡ No están materializadas en la vida política del pueblo. Sus vivas la acompañan el adjetivo de ser burguesa. Una justicia y libertad a modo para conservar los intereses de la clase burguesa, en los hechos se imponen los intereses de la clase en el poder y quien no esté de acuerdo simplemente es conservador, enemigo del desarrollo; en los hechos anula el derecho a la protesta popular, se violan los derechos humanos, los crímenes cometidos por el Ejército se mantienen en la impunidad…

¿Cuál libertad, cuál justicia? Preguntamos, ¿Dónde están los revolucionarios Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya que fueron desaparecidos por el Ejército en mayo de 2007? ¿Quiénes son los responsables intelectuales? Más de 15 años de exigencia de justicia a la fecha y 4 años en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y los altos mandos del Ejército no se les enjuicia y castiga, por el contrario, se les encubre.

Desde el plantón nos mantuvimos alertas, los funcionarios con los que platicamos el 13 del mes en las oficinas de Gobierno de la Ciudad de México deslizaron posibles actos de provocación que justificara represión. Nos criminalizaron, nos revictimizaron, nos llamaron provocadores.

Nos es fácil estar en esta condición, el movimiento popular independiente en el país que exige justicia frente a la Suprema Corte y el Estado que desea ver libre de toda protesta popular las plazas públicas en el marco de la conmemoración y asegurar su evento.

No solo es incómodo para el gobierno que el pueblo denuncie y demuestre firmeza en la exigencia de justicia, razones e intenciones le sobran para reprimir y desalojar una manifestación en medio de este evento oficial donde la Guardia Nacional se le presenta como creación perfecta para combatir a los criminales.

La lucha por justicia, verdad, libertad, presentación y el derecho a la protesta aún no termina, para el pueblo organizado cobra mayor fuerza en un contexto socioeconómico en el que la crisis capitalista se vuelve más agresiva para las masas trabajadoras y en el que el representante del Ejecutivo federal se muestra cada vez más servil a los intereses empresariales.

Nos toca mantenernos firmes y dignos, ante la cerrazón del gobierno que miente y de manera demagógica oculta sus verdaderas intenciones de someter la voluntad de lucha del pueblo, que bajo principios propios nos mantenemos fuera de los marcos corporativos del Estado.

El 16 de septiembre fue el día destinado para desplegar las fuerzas represivas por las calles del corazón del país. La exhibición no es un acto al que se exponga fuerza militar ante los ojos del extranjero como amenaza externa, fue un desfile militar planeado para apuntalar la política del Ejecutivo federal en el proceso del fortalecimiento del Estado policíaco militar y su permanencia en las calles como un mensaje al pueblo trabajador ante una algidez de la lucha de clases.

Desde temprana hora de este día, comenzaron los ensayos, en punto de las 10:00 de la mañana iniciaría el discurso presidencial. Gobierno local y federal sumaron esfuerzos mediáticos para que la fiesta transcurriera en paz; el Gobierno de la Ciudad de México se comprometió mantener a un costado de nuestro plantón elementos de la figura de derechos humanos pertenecientes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SS y PC), de parte del Ejército, desde el altavoz presidencial hicieron un llamado para colocar el dispositivo de seguridad, la novedad fue que inmediatamente llegaron hombres vestidos de civil que dicen no pertenecer al Ejército, se colocaron frente a nuestro plantón.

Un jefe del Ejército demostraba mucho disgusto por nuestra presencia política, mantas y lonas estaban desplegadas a la vista del pueblo y los verdugos del mismo. En seguida, aparecieron elementos de la Policía Militar (PM) con escudos para reforzar la primera y segunda valla. La valla metálica, la humana, pero de civil y en seguida, la PM.

La actitud del elemento del Ejército al mando de la “seguridad”, al dirigirse a sus subordinados, es despótica. La realidad es que nos impusieron un cerco policíaco militar para evitar la protesta popular, pero mantuvimos la presencia política, sin descartar la represión en nuestra contra.

En el acto oficial, los plantonistas entonamos nuestro Himno Nacional mexicano. Quienes integramos el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo somos mexicanos y luchamos por mejorar las condiciones de los distintos sectores populares, nos identifica nuestra bandera y el himno. Bandera de México y bandera de nuestro FNLS ondearon en lo alto durante estos días.

Para ningún elemento castrense u pueblo trabajador pasó desapercibido el rostro de los revolucionarios de Gabriel, Edmundo, de nuestro compañero Fidencio y demás víctimas de crímenes de lesa humanidad, no pudieron mantener fija la mirada al frente para avanzar y mantener el ritmo de sus pasos.

A más de uno puede sorprender nuestra presencia en plantón popular. Perdón ¡Nunca! Olvido ¡Jamás!, se leía en una de nuestras mantas, es la consigna ante la política del gobierno federal de invitar al pueblo de olvidar los crímenes cometidos por las fuerzas castrenses. Sin embargo, la exigencia es muy clara y no debe estar sometido a discusión, las víctimas exigimos juicio y castigo a los responsables materiales e intelectuales.

La dignidad está por delante, la presencia en plantón popular frente a la Suprema Corte a lo largo de 48 días y ante el asecho del Ejército en el marco del desfile militar, es por mantener en alto la exigencia de justicia, verdad, libertad, presentación y el derecho a la protesta, dignidad que debe mantenerse aun en las condiciones adversas en la lucha de clases.

La política de impunidad es uno de los motivos que nos mantienen en protesta popular, en nuestras mantas se lee: ¡con represión no hay transformación!, ¡sin presentación con vida la impunidad es política de Estado!, ¡Ni perdón, ni olvido!, al mismo tiempo la reflexión viene a nuestro pensamiento; debemos prepararnos constantemente y estar a la altura de las condiciones, los gobierno jamás han estado de lado del pueblo, al contrario se alienan con los empresarios para robar por medio de la violencia la riqueza que el mismo pueblo forma.

Los políticos de oficio devuelven al pueblo que confió en los partidos políticos, la traición y el desprecio, la creación de la Guardia Nacional es ejemplo de ello, se prometió retiro de militares de las calles y hoy se sostiene necesidad de ello. Ningún mesías vendrá a resolver las necesidades de las masas trabajadoras, es el pueblo quien debe tomar las riendas de su propio destino y coronar la lucha por el socialismo en nuestro país.

Antes del cierre final del desfile militar nuestras consignas corearon la exigencia de presentación con vida, castigo a los asesinos, vivos se los llevaron… las personas aposentadas desde el estrado puesta en las puertas de Palacio Nacional, más de uno volteó la mirada en dirección de aquellos que consignaban a capela. En las paredes del edificio de la Suprema Corte y gobierno de la Ciudad de México hacían eco de la exigencia, al final, muchos compañeros con voz ronca, pero firme y combativa.

Las consignas fueron el llamado a continuar con la exigencia de justicia y verdad, pechos valerosos consignaron ¡por qué vivos se los llevaron, vivos los queremos! ¡ahora, ahora, se hace indispensable presentación con vida y castigo a los culpables! Hombres y mujeres cuidaron el espacio que es nuestra tribuna de denuncia, es nuestra casa, es donde el pueblo organizado bajo las banderas del movimiento popular independiente mantiene la exigencia viva.

El Comité Hasta Encontrarlos, presente en la exigencia de que el Estado mexicano cumpla sin demora con el fallo favor de los revolucionarios Gabriel y Edmundo emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación el 10 de agosto pasado.

Agradecemos al Comité Cerezo México por acompañar y monitorear un momento tenso como pueblo organizado en el ejercicio de nuestro derecho humano a la protesta, ante los responsables de la desaparición forzada de miles de mexicanos, en particular el caso emblemático de Gabriel y Edmundo. Desde su trinchera de lucha hacen valido el respeto a los derechos humanos.

Por su parte los compañeros de la Organización de Lucha por la Emancipación popular se han sumado a este esfuerzo político para que la SCJN notifique a la brevedad, a las instancias correspondientes sobre el fallo a favor de Gabriel y Edmundo y se acate sin pretexto alguno.

La disposición en la exigencia de presentación con vida de los revolucionarios Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya y nuestro compañero Fidencio Gómez Santiz y la de los miles de víctimas de este deleznable crimen permanece y se fortalece.

Fraternal y Combativamente
¡vivos se los llevaron, vivos los queremos!
¡Ni perdón ni olvido, castigo a los asesinos!
¡Presos políticos, libertad!
¡Por la unidad obrero, campesino, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo FNLS

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