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LA VIOLENCIA DE ESTADO SE ESPARCE POR FUERZAS POLICÍACO MILITARES Y PARAMILITARES

Martes 19 de julio de 2022, por Chiapas

Venustiano Carranza, Chiapas, 19 de julio de 2022

A los medios de comunicación
A las organizaciones democráticas e independientes
Al público en general

LA VIOLENCIA DE ESTADO SE ESPARCE POR FUERZAS POLICÍACO MILITARES Y PARAMILITARES

La función de las fuerzas armadas y el paramilitarismo es ejecutar la violencia contra el pueblo, en la historia reciente de México se han encargado del cometido de crímenes de lesa humanidad, de imponer el terror al pueblo y promover la descomposición social.

Parte de la descomposición social se expresa en los fenómenos de la delincuencia organizada y el narcotráfico, estas actividades esencialmente económicas tienen origen en el Estado y sirve a este. Desde el propio gobierno presentan estos asuntos como separados uno de otro y como fuerzas capaces de disputarles el control, tan fuertes que ni el ejército o los cuerpos policíacos son capaces de hacerles frente.

Sin embargo, tal forma de ver e interpretar el fenómeno es falso, porque todo ello no puede existir sin que el Estado en sus diferentes estructuras participe. La historia del narcotráfico y la delincuencia organizada está ligado a las formas de operar de los cuerpos policíaco militares, son una extensión de estas fuerzas que les brindan protección y ayuda en sus acciones.

Los distintos gobiernos, incluido el de MORENA, atribuyen a la delincuencia organizada un papel que no le corresponde, señalan que estos grupos tienen tanto poder destructivo que son capaces de condicionar a los gobiernos municipales o estatales para que sirvan a sus intereses, y que poco a poco van teniendo control de las otras estructuras de gobierno.

Esta interpretación tiene el objetivo de deslindar al gobierno de la violencia de Estado que se ejecuta a diario contra el pueblo, contra los sectores organizados y contra las organizaciones independientes. Es una forma de justificar el actuar de otros cuerpos represivos que no figuran en las nóminas del Estado, como son los grupos de choque y los grupos paramilitares.

Desde hace décadas, esta forma de operar viene funcionando en México, en los años 60´s y 70´s se formaron grupos de choque y paramilitares para reprimir a los estudiantes organizados y al movimiento popular, de donde se supo que había decenas de ejecutados de manera extrajudicial, asesinatos políticos y desapariciones forzadas.

En Chiapas desde la década de los 90´s se hace lo mismo contra el EZLN y las organizaciones independientes, varias organizaciones paramilitares fueron formados por el ejército mexicano, donde les brindaban asesoría, adiestramiento, armamento y financiación, para que actuaran contra los que se organizan. Así es como se cometieron distintas masacres, asesinatos políticos, desapariciones forzadas y actos de tortura, todo ello ligado a la participación directa del ejército mexicano.

Se trata de un método de contrainsurgencia, donde lo principal es aplicar el terror al pueblo para evitar que se organice o paralizar su actividad política. Por eso se comete principalmente contra los trabajadores del campo y la ciudad. Nunca figuran dentro de sus objetivos grandes empresarios, funcionarios del alto nivel, o las cúpulas policíaco militares.

Preguntémonos ¿A quién le conviene cuando aparecen asesinatos políticos, desapariciones forzadas o desalojos? Al Estado y a los grandes empresarios, por eso todos los grupos que operan y esparcen la violencia sirven directa e indirectamente al Estado, a la oligarquía, su forma de operar lleva implícito la protección de intereses económicos y políticos de los grupos de poder.

Actualmente esta forma de la contrainsurgencia se hace con nuevos grupos paramilitares, a través de los llamados cárteles del narcotráfico, que en la mayoría de los casos están formados por personas que han sido o son parte de las estructuras policíaco militares. Por ejemplo, las siglas de los grupos que el gobierno ha dado a conocer se encuentran formadas por exmilitares, ex policías y viejos mandos de ambos cuerpos represivos.

En su conformación la incorporación de “civiles” se convierte en un proceso de descomposición social que lleva el mismo propósito político, pudrir a los sectores populares para evitar que se organicen y luchen por mejores condiciones de vida. Un problema que crece conforme avanza la crisis económica, porque el pueblo al padecer mayor pobreza o miseria y la nula oportunidad de desarrollarse económicamente para resolver sus necesidades apremiantes el Estado los empuja a las actividades económicas que los llevan a la descomposición social.

La modalidad del paramilitarismo en estos momentos son los autodenominados grupos o cárteles de la droga, la sobredimensionada delincuencia organizada, en coordinación estrecha con los cuerpos represivos, y es a través de estos grupos como se materializa la represión, las prácticas de terrorismo de Estado y la descomposición social.
En un momento como ahora, donde la crisis económica es fuerte, el pueblo, los campesinos pobres y los asalariados, padecen la pobreza y la miseria de manera más aguda, fenómeno que lleva a resolver esta situación de dos maneras, a organizarse para hacer frente a esta condición de pauperismo, o caer en las garras de la descomposición social, donde se promueven los vicios y practicas degradantes como ser humano.

El Estado mantiene una política que lleva al pueblo a la degradación humana, impulsa la descomposición social, que es promovido por los grupos de poder económico y político. En Chiapas este fenómeno se ha recrudecido desde el arribo a la gubernatura de Rutilio Escandón Cadenas. La franja fronteriza con Guatemala hoy es muestra de esta situación, donde los cuerpos represivos no tienen recato en actuar coordinadamente con la delincuencia organizada, un fenómeno que pretende generalizarse.

Detrás del crecimiento de la delincuencia organizada y el fenómeno del narcotráfico se descubre la política de contrainsurgencia de la aplicación de la violencia de clase, de llevar a las masas a la descomposición social para combatir la voluntad de lucha del pueblo y de garantizar el dominio y del Estado y la burguesía.

Las masas son las que hacen la historia, la voluntad de un pueblo cuando se decide a cambiar el destino que le han impuesto el Estado y la burguesía, es capaz de transformar las condiciones materiales de vida, superar la explotación del hombre por el hombre. Es la voluntad de lucha del pueblo de manera organizada que debe sobresalir para denunciar los actos de violencia institucional y represión gubernamental.

¡Presentación con vida de todos los detenidos desaparecidos!
¡Libertad inmediata de todos los presos políticos del país!
¡Por la unidad obrero, campesina, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS

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