Ponencia de Fnls Radio en el foro La desaparición forzada en el sexenio actual, realizado en el plantón de Tantoyuca, Veracruz

Huasteca y Sierra Oriental, 26 de mayo de 2022

La Desaparición Forzada en el sexenio actual

AL PUEBLO EN GENERAL

De acuerdo al derecho internacional plasmado en la Declaración de Protección de Todas las Personas Contra las Desapariciones Forzadas de 1992. […] se define como desapariciones forzadas, al acto de arrestar, detener o trasladar contra su voluntad a las personas, o que éstas resulten privadas de su libertad de alguna otra forma por agentes gubernamentales de cualquier sector o nivel, por grupos organizados o por particulares que actúan en nombre del gobierno o con su apoyo directo o indirecto, su autorización o su asentimiento, y que luego se niegan a revelar la suerte o paradero de esas personas o a reconocer que están privadas de la libertad, sustrayéndolas así de la protección de la ley…

La desaparición forzada de personas es un crimen de lesa humanidad que lacera no solo a la víctima directa sino también a su entorno familiar y a todo un pueblo. Es también un crimen de Estado ya que está dirigido y ejecutado por elementos policiacos, militares y paramilitares contra el pueblo organizado y con un fin en específico, desaparecer de la faz de tierra no solamente a la persona como tal sino también sus ideas, lo que se traduce en crimen atroz toda vez que se cuarta el derecho a disentir al momento de hacer crítica política al régimen.

Si bien es cierto que la desaparición forzada de personas es una práctica de antaño, actualmente se sigue cometiendo por los gobiernos en turno, es decir; es una práctica transexenal no importando el color o las siglas partidistas que se encuentren en la silla presidencial. Son signos de que se continúa indiscutiblemente con el terrorismo de Estado en México para infringir terror en la población y con esto frenar la lucha organizada del pueblo por mejores condiciones de vida y por sus demandas políticas.

Como organización independiente hemos denunciado esta práctica como un crimen de Estado que se agudizo en México desde la administración de Felipe Calderón Hinojosa, con el despliegue del ejército en las calles so pretexto del combate a las drogas, declaración de guerra franca y abierta en los medios de comunicación “contra el narcotráfico” que en los hechos se tradujo en una guerra no declarada contra el conjunto del movimiento popular y pueblo trabajador, comenzando así una oleada de violencia institucional donde se cometieron graves violaciones a los derechos humanos contra el pueblo, y una de estas es la privación de la libertad de luchadores sociales, de ahí que se confirma que la desaparición forzada de personas tubo un repunte y estas fueron cometidas por las fuerzas armadas.

Al arribo nuevamente del PRI con Enrique Peña Nieto las cifras de desaparición forzada lejos de mermar estas fueron en aumento afianzándose como una política de gobierno donde las víctimas directas fueron los defensores de los derechos humanos, luchadores sociales y comunicadores, administración en la cual se comete la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa que atrajo los reflectores de la opinión internacional, sin duda un caso emblemático por la magnitud que esto representa, sin embargo la desaparición forzada de personas siempre ha estado presente solo que por el temor a represalias las familias y víctimas indirectas no lo denunciaban motivo por el cual las cifras oficiales del gobierno federal eran muy conservadoras.

Como FNLS tenemos un caso de desaparición forzada, el 5 de marzo de 2016 fue detenido desaparecido nuestro compañero Fidencio Gómez Santis en el estado de Chiapas, hemos vivido en carne propia este flagelo, y este crimen de lesa humanidad fue perpetrado por un grupo paramilitar con la aquiescencia del Estado mexicano. Con esto se cumple una de las características de la desaparición forzada, entre particulares pero con la responsabilidad directa del Estado toda vez que este crimen fue dirigido sí por particulares pero con la anuencia y complicidad del Estado contra el FNLS para callar la voz de protesta, esta es la respuesta del Estado ante las demandas de un pueblo cansado de tantas injusticias.

En el 2018 gran parte del pueblo cansado de las mismas prácticas y la violencia institucional opto por darle el voto a MORENA como partido político, no obstante como ya lo hemos definido líneas arriba la desaparición forzada es una política transexenal y lamentablemente estas prácticas se siguen cometiendo. En México la desaparición forzada de personas no se ha erradicado, mas por el contrario este crimen de lesa humanidad y de Estado va en aumento diariamente, la diferencia es el cinismo con el cual se trata de ocultar ante los medios de comunicación ya que desde la oficialidad se intenta hacer pasar estos crímenes como hechos aislados, no obstante estos tienen un origen y sello de clase; el estado burgués mexicano, el movimiento popular y la clase trabajadora pueden dar prueba de ello.

Aquí podemos citar el caso emblemático de los revolucionarios Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, que si bien es cierto su desaparición ocurrió en el año 2007, hasta la fecha el caso sigue impune, prueba de que el sistema de justicia en nuestro país obedece a un estado de derecho con sello de clase, es decir; el estado de derecho burgués. El caso de estos dos revolucionarios se encuentra en la SCJN a la espera de ser revisado un aparo que mandata acatar una resolución emitida por el noveno tribunal colegiado para dar con su paradero.

Otro de los casos que se tiene como FNLS es el de Fidencio Gómez Santis desaparecido en marzo de 2016, este caso de igual manera se ha tomado por la fiscalía en el estado de Chiapas con dilación y dolo hacia la familia y organización ya que se ha llegado al extremo de decir por parte de los fiscales que el expediente se encuentra extraviado, sin duda un caso que no ocurrió en este sexenio pero que al ser un crimen de Estado es responsabilidad del mismo resolver en lo inmediato presentando con vida tanto a Fidencio como a los dos revolucionarios y garantizar la no repetición de este crimen. Aquí no aplica el dicho de; “Lo que no fue en tu año no te hace daño”.

La desaparición forzada es un crimen de lesa humanidad que no prescribe, es decir; permanece en el tiempo en tanto no se presente a la persona desaparecida y se enjuicie a los autores materiales e intelectuales, pretender que el pueblo y las familias de este deleznable crimen perdonen a sus verdugos constituye una burla y se juega con el dolor de las familias que son víctimas indirectas, no se puede simplemente perdonar sin olvidar porque la herida sigue abierta y es responsabilidad del gobierno en turno investigar y sancionar a los responsables de este crimen ya que en esta auto denominada cuarta transformación las desapariciones forzadas persisten y prueba de ello son las más de 100 mil víctimas que se reconocen desde la oficialidad aunque estas cifras son muy conservadoras denota la gravedad del crimen y el aumento considerable, por lo que no podemos pasar por alto que nos encontramos ante una política lacerante, no podemos obviar y reconocer que las desapariciones son cosa del pasado.

En este crimen deleznable se cometen múltiples y graves violaciones a los derechos humanos, y es una característica de gobiernos autoritarios que se valen de una política de terrorismo de Estado por lo que al reconocer cierta cifra aunque conservadora se reconoce que se siguen cometiendo las desapariciones forzadas en México.

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene la oportunidad histórica de pasar a la historia como un gobierno del cambio como así lo divulga por todos lados, este tiene que cambiar su política de represión y las mismas prácticas de los gobiernos pasados. En otras palabras, ser congruente con sus discursos y hacer y gobernar para el pueblo, acciones concretas en cuanto a las demandas del pueblo, menos represión y más hechos de solución. De buenos deseos está lleno el mundo pero de lo que se trata es de tomar acciones concretas dirigidas al bienestar de todo un pueblo.

FRATERNAL Y COMBATIVAMENTE
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