Héctor Santiz López a seis años de su asesinato político ¡exigimos justicia!

Chiapas, México. 29 de septiembre de 2021

A los medios de comunicación

A las organizaciones populares

Al pueblo en general

Héctor Santiz López a seis años de su asesinato político ¡exigimos justicia!

El 29 de septiembre de 2015 fue asesinado por motivos políticos nuestro compañero Héctor Sántiz López en el municipio de Ocosingo, Chiapas, crimen planeado por el Estado y perpetrado por el grupo paramilitar los petules, a seis años de estos hechos la impunidad prevalece y el paramilitarismo tiene continuidad, por ello, hoy reiteramos que seguimos en la exigencia de justicia, castigo a los responsables y desarticulación de los grupos paramilitares.

Héctor Sántiz López, vivió en el ejido el Carrizal, es un compañero que hoy es recordado como un mártir en la lucha por la defensa de la tierra y por el socialismo en México, por su consecuencia y entrega a las causas populares, por su firmeza en la lucha proletaria y su congruencia con sus ideales de un mundo sin explotados ni oprimidos.
Los motivos políticos de su asesinato, son las pretensiones gubernamentales de detener la organización popular e independiente, acallar las demandas de justicia y la lucha por mejores condiciones de vida para el pueblo, es la expresión de una política represiva, esa es la razón de ser del paramilitarismo, política de gobierno de origen contrainsurgente.

Los paramilitares en el sexenio de Peña Nieto fueron punta de lanza de la violencia en Chiapas en contra de las comunidades organizadas, la administración priista a través de estos grupos cometió diversos crímenes en contra de luchadores sociales, como por ejemplo, el asesinato de nuestros compañeros Humberto Morales Sántiz el 28 de febrero de 2017 y Víctor Alfonso Pérez López el 10 de diciembre de 2017, en Ocosingo y Venustiano Carranza respectivamente.

Por estos crímenes nadie ha sido investigado ni castigado, el sexenio anterior dotó de total impunidad y brindó protección a los grupos paramilitares, en el caso de los petules, hay evidencia de que convivieron muy de cerca con la policía y ejército, incluso actuaron de manera conjunta para llevar acabo sus acciones de hostigamiento y sus actos criminales.

El paramilitarismo no desapareció con el arribo del gobierno de Morena en el poder tanto en la entidad como a nivel federal, sino todo lo contrario, hoy se agudiza, de tal modo que existe una larga lista de víctimas, entre ellas, nuestros compañeros Ramiro Rodríguez Sántiz asesinado el 21 de febrero del presente año a mano de los petules en el municipio de Ocosingo.

En esa lista también se encuentran nuestros compañeros Efraín Espinoza Pérez y Mario Alberto Vázquez, asesinados por el grupo paramilitar Alianza San Bartolomé de los Llanos, el día 4 de mayo del presente año en el municipio de Venustiano Carranza, crímenes que de igual modo permanecen en la impunidad, mientras tanto, los paramilitares siguen libres y con ello, la amenaza de que cometan nuevos crímenes.

Tantos los petules como la Alianza San Bartolomé hoy son cobijados por el gobierno de Rutilio Escandón Cadenas, las instituciones locales de justicia no hacen nada para dar curso a las denuncias formales que existen por sus crímenes, y por su parte, el gobierno federal a pesar de tener conocimiento de la violencia paramilitar nada hace para detenerlo, lo que significa complicidad y respaldo.

En los últimos meses en la entidad han surgido varios grupos de corte paramilitar que han esparcido la violencia, el terror, con la intención de atemorizar al pueblo y evitar que crezca la organización y la protesta popular que hay debido al descontento del pueblo por la política represiva y demagógica con la que gobierna Rutilio Escandón Cadenas.

La Cuarta Transformación en la entidad se ha teñido de represor, razón por la cual como familiares de las víctimas y como organización popular seguimos firmes en la denuncia y en la exigencia de justicia. Por Héctor y por todas aquellas víctimas del paramilitarismo, la demanda es juicio y castigo a los responsables y desarticulación de los grupos paramilitares.

Paralelo al paramilitarismo, el gobierno chiapaneco se ha ensañado contra nuestro proyecto político, tenemos a compañeros presos políticos, que también fueron víctimas de tortura, en nuestras comunidades es constante el hostigamiento policiaco, militar y paramilitar, ha habido amenazas de detener a mas compañeros, bajo este clima represivo lo de la supuesta transformación termina por ser un cuento, lo que verdaderamente existe es continuidad de la violencia de Estado.

La protesta es necesaria para detener las violaciones a los derechos humanos, para denunciar las injusticias y no permitir más agravios contra el pueblo, nuestra lucha es por justicia, verdad y libertad. Héctor y todos nuestros compañeros víctimas de la política represiva los recordamos y emulamos su firmeza con las causas populares, por todos ellos, ¡justicia!

¡Por la unidad obrero, campesino, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo