Tsajal ek´27- El poder y las ambiciones personales de los políticos de oficio

Tsajal Ek´No. 27
Análisis y propuesta del FNLS en Chiapas
22 de marzo de 2021

El poder y las ambiciones personales de los políticos de oficio

Los políticos de oficio son todos aquellos que ocupan un puesto en las estructuras del gobierno y que se dedican hacer política en función de beneficiar a la clase de los explotadores, así como para satisfacer sus intereses personales, éstos ejercen el poder no para resolver las necesidades del pueblo, sino para escalar puestos y tener mayores beneficios económicos y políticos que les permita una vida llena de lujos e impunidad.

La oligarquía se enriquece del trabajo ajeno, los políticos de oficio también sólo que en forma de impuestos que el pueblo está obligado a pagar, para nadie es un secreto que los funcionarios echan mano del erario público para hacerse de bienes y así tener una vida de comodidades, es la expresión de la corrupción, es decir, del robo que se le hace a la riqueza que producimos los trabajadores.

Los políticos de oficio por satisfacer los intereses de la clase en el poder, son premiados económica y políticamente, les otorgan puestos de mayor nivel, por tanto, mayor poder y más ventaja para actuar impunemente y desarrollar sus actividades ilícitas como la corrupción o el el narcotráfico con el cual generan enormes fortunas.
Sin importar si se digan de izquierda, derecha, centro, demócratas, republicanos, todos los que participan en la democracia burguesa están en función de mantener la explotación y la opresión capitalista, así como de perseguir y cumplir sus ambiciones particulares que se fincan en el derroche económico y en la vida de lujos a costa del sufrimiento y trabajo de las masas proletarias.

El salario exagerado de los funcionarios, sus prestaciones, aguinaldos, primas vacacionales, viáticos, etc. Es lo que verdaderamente inspira a los políticos de oficio ocupar un puesto en alguna de las instituciones. El problema no es que los trabajadores tengan mejores condiciones laborales, el problema recae en que la actual sociedad burguesa dichas prestaciones sirven como estímulo para que los funcionarios sirvan a los intereses oligarcas, esto es lo que convierte en vil las formas burguesas de hacer política.

La vileza a la que nos referimos podemos ejemplificarla en varios funcionarios: Manuel Velazco Coello, Pablo Salazar Mendiguchía, Jorge Luis Llaven Abarca e Ismael Brito Mazariegos, por mencionar algunos.

El INEGI realizó la encuesta de Calidad e impacto gubernamental a inicios de este sexenio, en los resultados puede verse que más del 90 por ciento de la población chiapaneca “asegura que los empleados de gobierno abusan de sus funciones para obtener beneficios personales”. Apreciación popular que tiene sustento en la realidad.

En el caso del ex gobernador (2012 - 2018) Manuel Velazco Coello es acusado de del robo de 685 millones de pesos destinados a programas sociales, Pablo Salazar Mendiguchía ex gobernador (2000 - 2006) desvió a sus cuentas personales 11 mil millones de pesos que estaban destinados a la reconstrucción de los daños causados por el huracán Stan en el año 2005, en el caso de Jorge Luis Llaven Abarca e Ismael Brito Mazariegos ex Fiscal General del Estado y Secretario General de Gobierno respectivamente son responsables de una estela de violaciones a los derechos humanos, a pesar de ello buscan contender por nuevos puestos, todos ellos gozan de total impunidad.

Lo descrito hasta ahora expresa muy bien cuál es el trabajo de un político de oficio, objetivar la represión para imponer los intereses oligarcas, y hacerse de fortunas a costa del erario público sin que sean castigados por ello. Sólo en la democracia burguesa es posible ver que políticos de oficio responsables del desfalco del recurso público, de la violencia institucional puedan contender a nuevos puestos.

En este sentido, la búsqueda de un puesto de mayor escala indica el ánimo de estos personajes por mantener su práctica criminal pero ahora desde una mejor posición y con mayores privilegios económicos.

La presente contienda electoral esta nutrida de personajes con estos intereses, nadie de los que aparecen en las boletas para votar busca resolver las necesidades de la población, atender y resolver las demandas de las organizaciones populares, sino al contrario, reprimir al pueblo y satisfacer sus intereses personales, familiares y de grupo.

La guía moral de los políticos de oficio es el individualismo, egoísmo y la avaricia, en la práctica tiene su objetivación, por ejemplo, en el hecho de que por más de cinco años desplazados de varios municipios exigen retorno seguro, alto al paramilitarismo, pero que no son escuchados, ni atendidos.

En resumen, los políticos de oficio que ocupan un cargo en las estructuras del Estado ejercen el poder en función de cumplir sus ambiciones personales y las de la clase que representan, hacen política para lucrar con el pueblo y hacen de la demagogia una norma para escalar puestos en el gobierno.

La alternativa a todo esto es la organización independiente del pueblo, la lucha bajo principios proletarios que tenga como objetivo la destrucción del régimen de explotación y opresión y la construcción de una sociedad sin clases sociales. Mientras construimos esto, en la presente coyuntura es necesario impulsar el abstencionismo político consiente, que significa en un primer momento denunciar la farsa electoral.

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