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Política de represión y salud en Chiapas

Viernes 3 de abril de 2020, por Chiapas

Chiapas, Mexico a 3 de abril de 2020

Al pueblo en general

Política de represión y salud en Chiapas

La represión es un hecho real hacia los sectores organizados o no organizados que devela ya el carácter antipopular del gobierno chiapaneco, la situación de los trabajadores se agrava si frente a las necesidades indispensables como el trabajo, la salud, la educación, la ciencia y la tecnología para el bienestar de un pueblo, el gobierno en turno prioriza la atención y creación de condiciones políticas para imponer los planes empresariales que no coadyuvan a resolver de raíz ninguna necesidad popular.

La propagación del COVID-19 que generó a la vez una emergencia sanitaria en nuestro país y en gran parte del mundo, pone en duda el discurso gubernamental que hace alarde de ser un gobierno para el pueblo, ante los efectos de la pandemia, la contradicción sale a flote porque para los trabajadores no existe ninguna garantía a sus derechos y sus condiciones de pobreza y miseria lo exponen con mayor crudeza a perecer sea por hambre u otras enfermedades, Chiapas es ejemplo de ello.

En Chiapas, el gobierno de Rutilio Escandón invierte sin escatimar recursos al fortalecimiento de las corporaciones policíacas, por su lado, el gobierno federal crea y despliegue la Guardia Nacional (GN) en este territorio y el resto del país, pero vacilan en invertir en salud, educación, ciencia y tecnología.

Rutilio Escandón apuesta en dejar un instrumento de represión fortalecido para contener el descontento popular y por ende, garantía a los intereses empresariales. Dota de equipo, nuevas unidades y adiestramiento a la policía municipal y estatal en las regiones de mayor marginación, sin embargo, es omiso a las exigencias del pueblo en el tema de la salud pública y gratuita, no existe preocupación para atender el sistema de salud que carece de condiciones mínimas en infraestructura, recursos humanos y económicos que no permite un servicio digno.

En esta entidad sobran elementos policíacos y militares en pueblos y ciudades que custodian entradas y salidas, su presencia incrementó a inicios de este sexenio con el despliegue de la GN, en contraste a la realidad que demanda el pueblo, las casas de salud, centros de salud, hospitales generales y de especialización carecen de todo que no pueden curar si quiere una gripe. Para el colmo del carácter antipopular del gobierno, el pueblo afirma que “en los hospitales ni paracetamol te dan”.

En esencia, no existe una diferencia entre el gobierno del Verde Ecologista que encabezo Manuel Velasco Coello el sexenio pasado con el de Rutilio Escandón, ambos mantienen los privilegios de unas cuantas familias adineradas y dan el banderazo de entrada a la inversión de capital privado, para ellos, la prioridad no son la solución a las exigencias populares en trabajo, educación y salud. Si acaso existen los centros de salud y hospitales, en ella carecen de los materiales elementales para auxiliar a la población.

En el gobierno de Escandón Cadenas, avanzan en el equipamiento, adiestramiento y reclutamiento policíaco, caso contrario, los centros de salud y hospitales siguen abandonados, aquellos que están en función, el personal no es suficiente, no hay especialistas y medicamentos. En estas condiciones, en tiempos “normales” no es siquiera posible la atención digna a la población que demanda servicio médico público.

Una política de salud pública fincada en la irresponsabilidad y el desinterés absoluto por garantizar este derecho humano al pueblo, denota privilegios de clase, el pueblo vive al día y perece lentamente como consecuencia de la explotación y opresión.

La crudeza con que los trabajadores enfrentan la contingencia sanitaria, no es una novedad, el avance de las fuerzas productivas objetivadas en ciencia y tecnología no llegan a materializarse en mejores condiciones de vida de quien produce la riqueza por el carácter privado de los medios de producción. No es la inversión del capital privado en la entidad un hecho determinante para superar las carencias del pueblo, éste representaría mayor profundización de sus condiciones inhumanas.

La pandemia solo pone al descubierto lo caduco del capitalismo, lo que el gobierno impulsa como medidas sanitarias para evitar el mayor contagio, en el mejor de los casos es pertinente, pero no representa más que un paliativo temporal. Si la prioridad política es fortalecer el Estado policíaco militar para ejecutar la represión hacia el conjunto del movimiento popular en Chiapas y no invertir en educación y salud pública y gratuita, el pueblo parecerá ante epidemias y muertes por inanición, por hambre y enfermedades curables.

A inicios del sexenio, el gobierno chiapaneco solo muestra interés por perpetrar la represión contra el pueblo pobre, organizado o no organizado, refleja una contradicción que no la disuelve la verborrea oficial al presentarse como gobierno del pueblo. Es el pueblo organizado quien debe garantizar los intereses comunes de su clase, quien debe luchar por una salud y educación pública y gratuita al servicio del pueblo.

Combativamente
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo.

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