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Amenazas de despojo de las tierras de compañeros de Chiapa de Corzo.

Martes 8 de enero de 2019, por Chiapas

Chiapa de Corzo, Chiapas a 25 de diciembre de 2018

A los medios de comunicación

a las organizaciones independientes

a los organismos defensores de los derechos humanos

al pueblo en general

Desde hace más de 10 años, diversas organizaciones que hoy conformamos el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS), se tomó posesión del predio Las Verdolagas, municipio de Chiapa de Corzo, Chiapas. Se realizó dicha acción por la necesidad del pueblo trabajador de tener un pedazo de tierra donde se pueda vivir, necesidad que surge por la indolencia y negación de los derechos fundamentales de parte del Estado mexicano que no garantiza una vida adecuada y un medio de subsistencia para el campesino pobre.

La organización brindó toda la solidaridad posible para recuperar las tierras del predio, y así, gracias al esfuerzo colectivo y a la lucha se pudo dar inicio al cumplimiento de las necesidades de un grupo de campesinos sin tierra, tener un lugar donde vivir y donde trabajar para el sustento del hogar y el futuro de sus hijos.

Aquellos que quedaron en posesión de las tierras, ejidatarios y pobladores, decidieron, por no entender el objetivo de la lucha por el pueblo, no seguir participando en las tareas de la organización, decisión que se respetó a pesar de la actitud mezquina y utilitaria que tomaron ciertos habitantes de Las Verdolagas.

Toda comunidad que no esté organizada sobre la base de principios y de objetivos comunes para el bien de los trabajadores del campo y la ciudad cae en las garras de control del Estado, de la descomposición social, de la envidia y el individualismo. Así, empezó a madurar el interés por vender la tierra que se había conseguido con el esfuerzo colectivo, la tierra que representa sustento y medio de vida.

Al no haber organización y al reinar el interés personal, algunos integrantes de la comunidad comenzaron a vender individualmente las tierras, que, como es natural en este sistema que explota y oprime, las empezó a acaparar un solo individuo. Empezó a querer formarse un cacique, como en tiempo de los abuelos, un “patrón” que hacía y deshacía a su antojo y que consideraba todo lo que hay en la tierra y su gente su propiedad.

El hecho de vender las tierras causó discusiones internas dentro de la comunidad, una parte de los ejidatarios tenía la intención de continuar vendiendo las tierras que se habían conseguido con organización y lucha, otra parte tenía la firme convicción de no vender la tierra porque esta es para trabajar y poder asegurar un futuro para ellos y las próximas generaciones.

Dicha discusión llevó a una confrontación directa, una división ocasionada y alimentada por el que acaparó las tierras, Pablo Pérez Díaz. Los que no querían vender mantuvieron su postura de que la tierra es de quien la trabaja y lucha por el interés del pueblo, aquellos que vendieron la tierra llevaron la discusión verbal a la agresión física, agredieron a la otra parte a machetazos y planificaron con ayuda de Pablo Pérez Díaz una emboscada dentro de la propia comunidad que significó el asesinato de dos integrantes del ejido que no estaban de acuerdo con vender. De esta forma asesinaron cobardemente a Agustín Hernández López y a uno de sus hijos, ejidatario y poblador respectivamente, crimen que continua en la impunidad.

Al no lograr asustar a los que no querían vender la tierra los agresores huyeron después de perpetrar el asesinato, al mismo tiempo que Pablo Pérez Díaz abandonó el lugar por la acción que había realizado y promovido. Es importante mencionar que las autoridades del Estado no intervinieron en favor del pueblo agredido. Incluso se vio antes de los asesinatos a una patrulla municipal rondar en el poblado.

Es así como existe nuevamente la necesidad de organizarse y luchar por la defensa de la tierra y por el futuro del pueblo, ante el hostigamiento y la presión del acaparador es como nuevamente se organizan los habitantes de La Verdolaga y deciden defender lo que por derecho han ganado y les pertenece, a base de trabajo y lucha.

Una vez más les brindamos la solidaridad incondicional como FNLS, de esta forma es como deciden integrarse y cumplir las tareas de la lucha por el socialismo, por el fin de la explotación y la opresión. De forma consciente y decidida se incorporan a la lucha y hoy son parte de la organización.

En este proceso a cada uno de los habitantes se les preguntó si se estaba de acuerdo, y en cómo se podía llegar a un entendimiento en caso de que nuestro pensamiento fuera diferente. Antes de poder intercambiar ideas y opiniones un grupo de familias decidieron de manera voluntaria salir de las tierras bajo común acuerdo, nosotros respetamos su decisión y ellos quedaron con el compromiso de respetar los acuerdos y normas de la salida, todo por el bien común. Sin embargo, no lo hicieron así y simplemente se fueron por su voluntad y sin decir mayor palabra.

La decisión de los que habitamos en esas tierras y de la organización es mantenernos firmes en la defensa por el derecho a la tierra, al trabajo y a la vida, para lograr continuar en la lucha por la liberación del pueblo explotado y oprimido.

Por este motivo Pablo Pérez Díaz, el que se apropió de la tierra para hacerse un nuevo cacique continúa el hostigamiento y los intentos por despojarnos por todas las vías posibles para el uso individual y mezquino de las tierras que son del pueblo, del campesino pobre.

Las amenazas continúan, Claudio Hernández López, Felipe Hernández Pérez, Hugo Alfredo Díaz Hernández y Bartolo Cruz Sánchez, los ejecutores del asesinato de los miembros de La Verdolaga; junto con Pablo Pérez Díaz autor intelectual del crimen y acaparador de las tierras persisten en su intención de arrebatar las tierras de nuestros compañeros.

El Estado, si dice que representa al pueblo, debe respetar al campesino pobre que se organiza contra la explotación y la opresión, y no defender ni ayudar a los grandes propietarios que acaparan, despojan y buscan convertir en esclavos modernos a los habitantes de las comunidades.

Por ello responsabilizamos a Pablo Pérez Díaz, Claudio Hernández López, Felipe Hernández Pérez, Hugo Alfredo Díaz Hernández y Bartolo Cruz Sánchez de cualquier agresión física y psicológica contra nuestros compañeros de Las Verdolagas y de cualquier otro integrante de nuestra organización.

¡Por la unidad obrero, campesina, indígena y popular!

Frente Nacional de Lucha por el Socialismo

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